Hace 10 años conocí a una persona llamada Catalina Hernández, nunca me imaginé que ella se convertiría en una de las personas más importantes en mi vida. todo comenzó el día que llego a la cuadra donde aún vivo, curiosamente en ese entonces ella también terminaba de mudarse a su nueva casa, diagonal a la mía, se veía una niña un poco seria y más bien de pocos amigos, desde ese momento una chispa de curiosidad se encendió en mí, quise saber quién era y quizás volverme su amiga, la veía pasar por el frente de mi casa y quería hablar con ella, luego de un tiempo me lance a la aventura y le dije “hola”, nos saludamos y fue allí cuando esta gran historia de amistad tendría sus inicios…
En realidad, siempre soñé tener una amiga que me diera todo el cariño, apoyo, que me dedicara mucho tiempo, que me apoyara, que me motivara, alguien con quien pudiera ser yo misma y que entendiera lo loca que era mi vida, y si, Dios la eligió a ella, esa amiga que siempre quise finalmente había llegado a mi vida
luego de un tiempo, mi amiga, la incondicional se mudó de casa, razón por la cual nos distanciamos un poco, pero aun así nos seguíamos hablando, algunas veces nos veíamos y hablábamos un poco y adelantábamos agenda de los días que no nos podíamos ver, yo sentía que había conexión muy fuerte con ella, ya que existía una confianza muy fuerte entre las dos que jamás pensé tener con una persona, además de sentir esta fuerte conexión, nos entendíamos tan bien que sentía que ella estaba destinada a compartir su vida conmigo.
En la familia de cata todos son muy amigables y admito que me quieren mucho y lo demostraron acogiéndome como una integrante más de su círculo familiar y en el poco tiempo que llevaba de conocerla sentía como si ella fuera mi hermana porque me apoyaba, me motivaba, me consentía y siempre buscaba que diera lo mejor para mí, no soportaba verme mal y mataba a todo aquel que se atrevía a hacerme daño.
Al paso de los años esta amistad se fue fortaleciendo cada vez más, en la familia de ella decían que era una hija más, igual pasaba en la mía, fue algo extraño, porque nunca me imaginé que nuestra relación llegara a ser tan importante en nuestras vidas, pero a la misma vez, era algo muy bonito porque al fin había encontrado aquella persona que merecía mi total y completa amistad.
Era tan fuerte nuestra conexión que hasta llegamos a parecernos, con más fuerza decían las personas que éramos hermanas, teníamos tantos rasgos similares, nuestro genio, nuestra mentalidad… Eran tantas las cosas que nos conectaban que comenzamos a pensar que éramos “almas gemelas”, las “hermana de otras madres”
Fue cata la que me ha ayudado a cambiar, pero para bien, me ha enseñado a ser fuerte a no dejarme afectar tanto por las cosas y a decirme que para todo hay una solución, la que ha hecho que mantenga la calma, que todo al final se arreglará, es ella mi hermana del alma, una persona muy entregada a los demás, ayudar siempre a quien la necesite y hacer sentir bien a los demás, por eso digo que Dios ha sido muy bueno conmigo por enviarme a este ángel, mi ángel guardián
Es la persona que siempre llevare en mi corazón, pues ha sido la única que me ha acompañado en momentos difíciles y momentos que serán inolvidables, aquellos que siempre conservare en mi memoria.
Algo muy significante para mí fue cuando viajamos por primera vez a santa marta, ninguna de las dos lo podíamos creer, estábamos muy emocionadas puesto que aún no conocíamos el imponente mar, en realidad no llegue a pensar que nos dejaran ir, pero fue mucha emoción que sentía saber que iba a ir al mar con mi “mejoramigahermanaalmagemenla”.
Ese viaje nos marcó mucho nuestra relación, por primera vez sentíamos que estábamos en el lugar correcto, una junto a la otra, ahí debíamos estar. es que el simple hecho de estar allá con cata y conocer todas esas cosas tan lindas que tiene santa marta, poder compartir, conocer un poco más a la familia de ella, sin duda fue algo que marcara la historia de mi vida para siempre. En fin, ese viaje, fue el viaje de nuestras vidas.
Sin duda es una historia sin fin, una historia que no terminara, una donde el “continuará” se quedara chiquito.
Hermana mía, alma gemela, catica…
Eres mi compañera de vida y de aventuras, hemos compartido muchos momentos y no siempre han sido buenos pero aun así seguimos juntas a pesar de todas las dificultades, como siempre se lo he dicho estaré para usted las veces que necesite, ha sido una maravillosa persona conmigo y nos hemos apoyado, he recibido buenos consejos que me han ayudado con mi formación de vida ya que cuando pierdo el rumbo ella está ahí para ponerme otra vez en el puesto y seguir adelante con mi vida, le doy gracias a Dios por juntarnos y por cada momento que nos permite compartir, gracias por cada locura, por todos esos viajes, por todos y cada uno de los momentos que has compartido conmigo.